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  • TMS Autismo

    Estimulación Magnética Transcraneal en TEA

    La utilización de la Estimulación Magnética Transcraneana en autismo es un procedimiento experimental que no ha sido aprobado para su uso clínico por la FDA, esto significa que la experiencia hasta ahora realizada no es suficiente para afirmar que existe una respuesta terapéutica consistente en el TEA.

    En INAC utilizamos el TMS desde 2006 y actualmente iniciamos un protocolo de investigación en el TEA basado en los lineamientos de los pocos trabajos existentes hasta la fecha realizados en centros de investigación de primera línea.

    El principal investigador del área de TMS y TEA es el Dr. Manuel Casanova (https://corticalchauvinism.com ), quien basado en la teoría disfuncional en la estructura de columnas de células de la corteza cerebral, en las que habría un desequilibrio entre las neuronas activantes de un eje (columna) central y las neuronas inhibitorias que forman una malla rodeando al eje central (cortina inhibitoria); el TMS podría potencialmente mejorar el balance de activación-inhibición de estas estructuras funcionales gracias a la propiedad de activar o inhibir grupos neuronales dependiendo de la frecuencia de estimulación que se utilice (http://inac.org.ar/servicios/estimulacion-del-cerebro). Hasta la fecha no se han podido identificar las causas de este trastorno, ni se han podido desarrollar tratamientos eficaces para el mismo. En este marco la posibilidad de utilizar esta nueva tecnología no invasiva, focalizada y con alto margen de seguridad (bajos efectos adversos) es una opción viable para el desarrollo de un protocolo de investigación con el objeto de determinar los parámetros y localizaciones cerebrales a estimular para lograr una mejoría de la conducta, de las funciones cognitivas y todas aquellas áreas afectas por el trastorno del espectro autista. A la vez hay que determinar el tiempo de duración de estos cambios.

    Hasta la fecha los trabajos publicados en autismo y TMS presentan respuestas disímiles dependiendo el área y los parámetros de estimulación utilizados, existen ensayos que no son uniformes en su estructura por lo que no es comparable la respuesta lograda, hay trabajos que informan sobre mejorías conductuales, del lenguaje, cognitivas y neurovegetativas; la experiencia ganada hasta la fecha es importante porque se generaron pautas iniciales para seguir investigando pero todavía estamos lejos de poder hacer inferencias que permitan afirmar que mejorías consistentes podemos lograr  en el ambiente clínico (no experimental).

    El uso de pruebas complementarias (electroencefalogramas, imágenes del cerebro u otras) que permitan determinar parámetros o esquemas terapéuticos con TMS todavía no son consistentes, si bien hay trabajos que informan sobre cambios que se logran con esta técnica la información hasta el día de la fecha no permite aseverar que uno de estos estudios determine el protocolo a realizar en cada paciente.

    Nuestra obligación como médicos es informar a los pacientes y a la población acerca de las herramientas que disponemos para tratar diferentes cuadros. Conociendo esto, uno puede tener elementos suficientes para tomar una mejor decisión en utilizar el TMS como recurso. Es cierto que todavía no existen tratamientos altamente eficaces en autismo y el TMS es una posibilidad con un alto margen de seguridad, por ello es una buena opción participar de un protocolo de investigación en un centro con experiencia en TMS.

    Bibliografía:Transcranial magnetic stimulation in autism spectrum disorder: Challenges, promise, and roadmap for future research. Oberman LM, Enticott PG, Casanova MF, Rotenberg A, Pascual-Leone A, McCracken JT; TMS in ASD Consensus Group. Autism Res. 2016 Feb;9(2):184-203
    Excitatory/inhibitory imbalance in autism spectrum disorders: Implications for interventions and therapeutics. Uzunova G, Pallanti S, Hollander E. World J Biol Psychiatry. 2016 Apr;17(3):174-86.