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  • TMS

    Estimulación Magnética Transcraneana

    El SEC (Servicio de Estimulación del Cerebro y Neuromodulación) del INAC ofrece a los pacientes y a profesionales herramientas terapéuticas no farmacológicas de última generación para el diagnóstico y tratamiento de diferentes cuadros y patologías que se relacionan con el funcionamiento del cerebro.

    Estos sistemas terapéuticos permiten la modificación del funcionamiento de grupos de neuronas en forma selectiva y no invasiva, con bajos y poco frecuentes efectos adversos. A esta variación de funcionamiento se le llama neuromodulación.

    Los tratamientos a través de la neuromodulación son una línea novedosa y en pleno desarrollo en el mundo, constituyen una de las formas más seguras y eficaces de lograr respuesta terapéutica a través de la modificación de la conducta neuronal.

    Con la utilización de estas técnicas se inició una nueva era en los tratamientos del cerebro, una era revolucionaria en lo que implica actividad cerebral y la posibilidad de modularla. El SEC (Servicio de Estimulación del Cerebro y Neuromodulación) pone al INAC a la vanguardia de tratamientos no farmacológicos en el país, siendo el primer centro en poner a disposición estas herramientas, tanto para el tratamiento del paciente, como para la investigación y desarrollo.

    En 2006, posterior al entrenamiento en la universidad de Harvard, comenzamos con los primeros tratamientos con TMS en el ámbito clínico orientados a las enfermedades psiquiátricas, en especial a la depresión. Desde entonces somos el único centro nacional dedicado al uso de la estimulación magnética transcraneana (TMS) exclusivamente para las enfermedades mentales.

    ¿Qué es la Estimulación Magnética Transcraneana (TMS)?

    El TMS por sus siglas en inglés (transcraneal magnetic stimulation) es una técnica neurofisiológica que, utilizando ondas electromagnéticas, permite la estimulación de áreas puntuales del cerebro. Es una técnica que no es invasiva, o sea, que no se requiere contacto directo con el cerebro para la aplicación. Otra característica es que es una técnica totalmente indolora. Es una técnica altamente segura, no produce alteración estructural de las neuronas ni lesión de las mismas.

    Cuando el campo electromagnético se pone en contacto con las neuronas logran despolarizarlas, ponerlas en acción. Para comprender este funcionamiento hay que recordar que la función neuronal, que es la de transportar y procesar información, depende de la capacidad de éstas células de despolarizarse, o sea, de modificar su potencial eléctrico. El campo electromagnético induce la activación neuronal, y modifica el funcionamiento de las células expuestas al mismo. Desde allí, se inician una serie de modificaciones en cadena en el comportamiento habitual de determinados circuitos neuronales que logran cambios en determinadas patologías, entre ellas la depresión.

    Historia de la Estimulación Magnética Transcraneana

    La EMT fue descripta por Anthony Barker y colaboradores en 1985. Desde ese momento hasta la fecha se ha utilizado en la investigación en varias áreas de las neurociencias con diferentes objetivos como son: el estudio de la neuromodulación, el estudio no invasivo del sistema motor, el mapeo cortical, el estudio de velocidades de conducción entre diferentes puntos del sistema nervioso, la funcionalidad de diferentes áreas corticales a través de la interrupción transitoria y reversible de zonas corticales (lesiones virtuales). Progresivamente se le fue dando a la técnica una funcionalidad terapéutica, como tratamiento de enfermedades psiquiátricas.
    Hoy es una técnica aceptada y aprobada como tratamiento en varios países del mundo.

    En Argentina existen pocos centros con esta tecnología disponible, en general la orientación de uso son las enfermedades neurológicas, utilizándose para rehabilitación. En el INAC nos focalizamos solo en el tratamiento de enfermedades neuropsiquiátricas, en especial en DEPRESIÓN.

    Esta técnica ha sido aprobada para tratamiento en depresión en varios países del mundo, Canada, Brazil, Israel, la Unión Europea y fue aprobada en 2008 por la FDA de los Estados Unidos. Actualmente se encuentra en investigación en muchas otras patologías (Parkinson, epilepsia, afasias, esquizofrenia, enfermedades degenerativas, movimientos anormales, cefaleas, dolor crónico, etc.).

    ¿Cómo es el tratamiento?

    La estructura de los tratamientos varía según el objetivo y el cuadro a tratar; un protocolo tipo para depresión consta de 20 sesiones, una por día, de lunes a viernes, de aproximadamente 20 a 30 minutos cada una.

    En estas sesiones la persona se sienta en un cómodo sillón y se le coloca una gorra de natación, en la cual se hacen las marcaciones de las zonas a estimular. Una vez localizada la zona se realiza el procedimiento. Posteriormente el paciente retorna a sus actividades laborales diarias. Incluso si concurrió al instituto en auto se puede retirar manejando sin inconvenientes. La técnica NO requiere anestesia, ni el uso de fármacos para el procedimiento, el paciente continúa con el tratamiento indicado por su médico tratante sin tener que hacer ninguna modificación anterior o previa a su esquema de base. No es necesario concurrir en ayunas, ni se requieren preparativos previos de ningún tipo. No se deben tener cuidados especiales posteriores, siendo un tratamiento absolutamente ambulatorio.

    ¿Qué se siente durante el procedimiento?

    Se siente un hormigueo en los músculos de la zona de aplicación que no es dolorosa, este hormigueo es consecuencia de la contracción de las fibras musculares zonales al entrar en contacto con la onda electromagnética. No se siente dolor.

    No se sienten ni se producen cambios en el pensamiento o en la forma de ser. Durante el procedimiento el individuo tiene plena conciencia de todo lo que ocurre.

    ¿En quienes se puede aplicar?

    La técnica no tiene prácticamente limitaciones, puede ser aplicada en todas aquellas personas que utilicen medicación para distintas enfermedades, no hay limitación en su uso por diabetes, hipertensión, tampoco la hay para las personas mayores.

    Una de las ventajas de la técnica es que, al no tener interacción con fármacos, puede ser utilizada en personas que utilizan medicación para cualquier patología médica; al respecto el cuidado a tener es únicamente aquellos fármacos que disminuyen el umbral convulsivo, no siendo una contraindicación absoluta.

    Una de las motivaciones en el uso de la técnica es la aplicación en aquellas poblaciones en las que no se pueden utilizar psicofármacos, por los efectos adversos, por intolerancia, por interacciones con otras drogas, por que padecen enfermedades que lo impiden.

    Una de las dificultades severas que se observan en los tratamientos con psicofármacos es el embarazo, actualmente se están realizando ensayos exitosos con la estimulación magnética transcraneana, ya que, a diferencia del potencial teratogénico de los psicofármacos la EMT no afecta al feto.

    Hay situaciones en que la técnica no puede utilizarse (contraindicaciones absolutas) como en aquellos pacientes que tengan objetos de metal en el cerebro, como son clips o placas. Pacientes que tengan cuadros de hipertensión endocraneana. NO puede ser utilizada en aquellos pacientes que tengas marcapasos cardíacos, electrodos intracardíacos, bombas de infusión medicamentosa; en todos estos casos la actividad electromagnética puede alterar el funcionamiento eléctrico de estos dispositivos.
    La epilepsia es una contraindicación relativa y a evaluar en cada caso. En este momento en otros centros del mundo se están realizando protocolos para el tratamiento de las epilepsias refractarias con éxito.

    ¿Qué enfermedades se pueden tratar?

    Es importante conocer que la aprobación actual en varios países de ésta técnica es únicamente para DEPRESIÓN, y su uso debe ser paralelo al uso de medicación, aunque es cierto que en muchos casos ésta termina siendo eliminada. Es una terapéutica esperanzadora para aquellos pacientes que por distintas razones no pueden utilizar psicofármacos (interacciones, intolerancia, contraindicaciones o efectos adversos), y en casos particulares como durante el embarazo, estado en el cual se están haciendo ensayos con buenos resultados, ya que este tratamiento no sería lesivo para el feto. Otro grupo de pacientes en los cuales el uso de antidepresivos es limitado es el trastorno bipolar, cuadros en los que se documentan excelentes respuestas con bajísimos índices de switch.

    También es importante saber que, a pesar de que los estudios actualmente están mostrando una eficacia significativa en los casos más graves de depresión con resistencia a los tratamientos farmacológicos, no significa que es una técnica que cura la enfermedad ni que toda persona que decida utilizarla va a tener una respuesta mágica. Sabemos, por las publicaciones actuales y por nuestra experiencia, que la respuesta es muy buena, pero también sabemos que, como con el uso de una medicación, no hay garantías de esa buena respuesta en todos los individuos. Y esto se debe a que, a pesar de que la medicina cada vez avanza más en el conocimiento de las causas de la depresión y de su fisiopatología, todavía hay aspectos de esta enfermedad y de la técnica que son desconocidos.

    Hasta la fecha la aprobación, basada en evidencia científica, es únicamente para depresión. Las otras enfermedades en las que se ensaya, en muchas de ellas con excelentes resultados, son hasta el momento ENSAYOS CLINICOS, lo que significa que hasta el momento no existe evidencia científica que permita afirmar que la técnica es efectiva en esos cuadros.

    Entre las enfermedades que se encuentran bajo líneas de investigación están:

    • Trastorno Obsesivo Compulsivo
    • Parkinson
    • Esquizofrenia
    • Trastornos motores
    • Afasias
    • Enfermedades degenerativas
    • Autismo
    • Epilepsia
    • Movimientos anormales

    ¿Cuánto dura el efecto?

    Es irregular y es dosis dependiente, esto es, depende de la cantidad de sesiones, de los parámetros aplicados en ellas, y de la respuesta individual. Al igual que en los psicofármacos la respuesta es variable. Hasta la fecha no hay un tiempo promedio determinado, aunque en los trabajos científicos describen efectividad a largo plazo. Lo que implica que como en cualquier tratamiento existente hasta la fecha el paciente puede sufrir recaídas. Para minimizar esto se realizan programas de mantenimiento.

    ¿Qué debo hacer para acceder al tratamiento?

    Debe solicitar turno en el INAC para realizar una consulta con el objetivo de evaluar la viabilidad de aplicar el tratamiento en su caso específico. Puede ser indicado por su médico tratante, si este es el caso, nos pondremos en contacto con él para estructurar el tratamiento en conjunto. No es condición ser paciente del INAC para acceder al tratamiento.